Capítulo 7: Líos, enredos y desastres

''Mi vida no es perfecta, no soy perfecta y jamás traté de serlo, soy una persona normal igual que tú'' - Nath

Cuando la noticia de los desastres que había causado, llegó al consejo real, inmediatamente empezaron a atacar a mi mamá. Ella no tenía la culpa de nada, era yo la que no podía estar feliz con lo que tenía, siempre hacía una que otra travesura, era momento de aceptar mi realidad y darme cuenta de que ahí es adonde pertenezco. Mi mamá no quiso separarme de lo que realmente me hacía feliz, que eran los pasatiempos que hacía; entonces tomó una decisión por mí. Le dijo a todo el consejo, que la familia Fonstraguen se retiraría de la corona, claro a partir de mi generación, ya que ella no podía. Hasta la reina quedó impactada con esto, no era posible que la familia más poderosa del momento haya decidido separarse de la familia real.

Con muchos problemas, y con una disputa tras otra, la reina y el resto del consejo decidió aceptar, pero con una condición que cuando cumpla 18 elija el verdadero camino que quiera seguir, es decir, que me dieron la elección de volver a unirme a la familia real si quería una vez que fuera mayor de edad. Además de eso, no sólo por apartarme de todas las obligaciones 'reales' podía hacer lo que quería, tenía que mantenerme calmada, lejos de los líos y la prensa. No debía hacer cosas que llamaban mucho la atención, ya que no querían que otra como Eleonor Fonstraguen salga a la luz.

Yo acepté, podía mantenerme tranquila, no era nada difícil. Pero tengo la costumbre de hablar antes de saber bien que las cosas empeorarían.

En el 2008 conocí a alguien, una tarde tocó a nuestra puerta una señora mayor y estaba acompañada de una chica de unos 16 años, tenía la misma edad que yo. La señora quería hablar con mi madre, ambas se reunieron en la sala para hablar con ella, como era de esperarse yo debía esperar en mi habitación, pero no pude evitar escuchar lo que dijo la señora. Ella dijo que su nombre era Carlotte Quesnay, y era hermana de mi abuela. En ese momento mi mamá se quedó muda, ella no sabía que su madre tenía una hermana y mucho menos una gemela.

No podía quedarme ahí parada, y como era de esperarse metí mis narices en la conversación. Le pregunté de donde venía y la mujer empezó a contar su historia:
'' Eleonor y yo eramos muy unidas hasta que mis padres fueron asesinados, cuando teníamos 15 años. Eleonor quería quedarse con toda la fortuna, pero yo no podía dejar que eso pase, quiso hacer cosas terribles con el dinero, yo quería ayudar a nuestro pueblo, a invertir nuestro dinero en cosas más importantes. Estuve en su contra y ella se desquitó, contrató a unos guardias para que me encerraran en un calabozo. Estuve encerrada por años hasta que conocí a alguien, Gillbert, pero luego me enteré que él era el novio de Eleonor. El me ayudó a a escapar de ahí, tuve que esconderme hasta me cambié el nombre. Pobre Gillbert, de seguro Eleonor lo tuvo encerrado también. Pero luego me enteré que ella se casó con él, y tuvieron una hija. Y estoy aquí para reclamar lo que es mío, mi fortuna. Luego de haber estado por años en un calabozo, me encerraron a un manicomio, Eleonor logró encontrarme y me trataron de loca cuando dije que ella me encerraba. Necesito mi parte de la fortuna''

Ambas quedamos pasmadas, con la historia que nos contó la señora. No sabíamos si nos dijo la verdad. Luego de eso continuó contándonos la historia. Dijo que se casó y tuvo un hijo, además su hijo tuvo una hija y era la chica quien la acompañaba, su nombre era Susan González (el apellido falso que inventó la hermana de mi abuela para alejarse de ella).

Mi mamá le dijo que no tenía el derecho de venir a reclamarnos 'parte de su herencia' ya que eso no le correspondía a ella. No era su culpa, mi mamá tenía razón. Sentí un poco de pena, por todo lo que sufrió la señora pero era algo descortés al decirnos que nosotras tuvimos la culpa de todo.

Luego de eso, mi mamá comenzó a investigar, buscó los papeles de la familia que tenía guardados y se dió cuenta que parte de la historia que contó la señora era verídica. Entonces decidimos hacer algo, después de lo que pasó, tratamos de comunicarnos con la señora para decirle que íbamos a compartir nuestra plata con ella, pero trágicamente nos informaron que la señora había fallecido. Ella sufría de cáncer, tarde o temprano iba a morir; y la única razón por la que vino a pedirnos su fortuna, fue para dejárselo a su nieta.

Contactamos al doctor que atendía a Carlotte y nos contó toda su historia. Susan era huérfana, sus padres fallecieron en un accidente cuando ella apenas era bebé, y Carlotte la cuidaba. La chica no tenía donde quedarse, mi mamá sintiendo pena dijo que se haría cargo de ella, para que no fuera a un orfanato, ya que aún era menor de edad. Por el momento era una chica bastante agradable, en varias oportunidades hablé con ella para conocerla mejor.

Pero luego los primeros meses fueron horribles, Susan se comportaba de una manera extraña. Mi mamá le daba plata, y empezó a 'agrandarse' un poco. De repente comenzó a acostumbrarse al dinero y cambió totalmente. Era una versión rara de Paris Hilton.

Tenía que aceptarlo, yo pensé que Susan llegaría a ser más que una simple prima, quería que fuéramos amigas, pero apenas consiguió la oportunidad y salió del pais, se fue de viaje a Hawai, el dinero se le había subido a la cabeza.